
COREA EN BA
INMIGRACION COREANA EN ARGENTINA

Los surcoreanos llegaron por primera vez a la Argentina en la década de 1960, en virtud de un acuerdo intergubernamental entre los dos países. Los primeros que comenzaron a llegar en 1962 como re-migrantes de las comunidades de coreanos en el Paraguay y en Chile.​ Sin embargo, la fecha más a menudo identificada como el inicio de la migración coreana a la Argentina es el 14 de octubre de 1965, cuando un grupo de trece familias de Busan llegó por barco a Buenos Aires rumbo a Choele Choel, en la provincia de Rio Negro. Entre 1970 y 1978, quinientas familias más, un total de 2.800 personas, llegaron a la Argentina, con la intención específica del gobierno argentino de que se establecieran en las zonas rurales menos desarrolladas de Argentina. Se suponía que los nuevos inmigrantes poseyeran experiencia agrícola en Corea; sin embargo, pocos realmente la tenían.​ Debido a la falta de infraestructura económica y oportunidades de empleo en esas regiones, se vieron obligados a reinstalarse en centros urbanos.
La afluencia más grande y más notable de inmigrantes coreanos en Argentina se inició en los años 1980.​ El número total de migrantes entre 1965 y 1985 solo ascendió a unos 6.000, pero comenzó a aumentar bruscamente después de aquello.​ Por aquel entonces, Corea del Sur era un país moderno e industrializado, pero la fuerte recesión proporcionó un factor de empuje para la migración hacia el extranjero; la firma del Acto de Procedimiento entre los gobiernos de Argentina y Corea del Sur ese año estableció y favoreció la migración.​ La obtención de la residencia no era barata; aquellos empresarios que buscaban establecerse y obtener un permiso de residencia tenían que invertir 100.000 dólares estadounidenses.​ La población alcanzó un máximo de unas 50.000 personas en 1996.
A finales de la década de 1990, la migración llegó en gran medida a su fin, y el tamaño de la comunidad comenzó a disminuir; hubo algunos casos de nuevos inmigrantes que lograron la reagrupación familiar, y algunos otros fueron deportados del país, pero la principal causa de la disminución de la comunidad fue la re-emigración, principalmente hacia Canadá y Estados Unidos.​ El destino más común en los Estados Unidos, no solo para los coreanos, sino también para los demás argentinos, era Miami, Florida. Debido a sus habilidades multilingües y experiencia en los negocios, a los coreanos normalmente les fue mejor en el mercado laboral que los otros emigrantes procedentes de Argentina.​ La re-emigración provocó que el número de coreanos en Argentina cayera a 15.000.